La versatilidad del waffle hace que sea una receta rápida de hacer y nos ofrece dos versiones: dulces o salados. La clásica combinación con frutas y cremas es espectacular. Pero hoy te voy a enseñar a hacer mi versión salada, un perfecto equilibrio que acompaña mis desayunos.
Hoy te propongo salir de la zona de confort con las harinas convencionales y utilizar harinas integrales, saludables, sabrosas y nutritivas.
Ingredientes:
- 1 cucharadas de harina de garbanzos
- 1 cucharada de harina de quinoa
- 2 cucharadas de harina de sorgo
- 1 cucharadita de polvo leudante
- 1 pizca de pimienta y sal a elección
- 1 cucharada de lino molido
- 1 huevo
- 1 cucharada de aceite de coco
- c/n de bebida vegetal (en este caso utilicé de castañas de cajú)
Procedimiento:
En un bowl integrar todos los secos (incluida la pimienta blanca) y reservar.
Por otro lado, separar la clara de la yema y batir la clara hasta punto nieve. Reservar.
En un recipiente grande, colocar la yema, una cucharada de bebida vegetal, el aceite (yo utilicé de coco saborizado con ajo) y los secos. Finalmente incorporar las claras con movimientos envolventes y de lo posible con una cuchara metálica para que sea más fácil mezclar y no quitar el aire de la preparación. Se debe lograr una consistencia de pasta suave. Si notas que quedó muy espesa, agregar un poco de bebida vegetal.
No se si notaste, pero yo no le puse sal a la preparación, ya que mi relleno contiene y así disminuyo el consumo de sodio de mi dieta. El relleno que utilicé fue lechuga, rúcula, tomate de mi huerta y jamón crudo de la colonia.
Una combinación deliciosa y saludable para empezar la mañana!
Animate a hacer un buen desayuno, ya que es nuestro combustible para el día.
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